Se denomina tiempo atómico al tiempo medido por un reloj atómico. En 1949 se puso en funcionamiento el primer reloj atómico basado en la frecuencia de resonancia de la molécula de amoniaco, pero no era más preciso que un reloj con oscilador de cuarzo. En los años 1950 apareció el primer reloj de haz de cesio; en 1958 se empezó a usar para medir el tiempo de forma experimental, y en 1960 se instaló el primer máser de hidrógeno. La exactitud de los nuevos relojes es del orden del microsegundo por año.
El segundo estaba definido como 1/86.400 del día solar medio. La escala del tiempo se ligaba al periodo de rotación de la Tierra, que se suponía uniforme. Es el Tiempo Universal o TU. Sin embargo, la rotación de la Tierra no es uniforme. Las fuerzas de marea debidas, sobre todo, a interacciones gravitatorias con el Sol y la Luna, además de perturbaciones atmosféricas importantes, corrientes marinas, etc., son causa de variaciones del periodo rotacional terrestre. Para resolver este problema se define el Tiempo de efemérides o TE. Sin embargo, la extraordinaria precisión del reloj atómico posibilita que en el año 1967 se redefina el segundo:
Un segundo PEO es la duración de 9.192.631.770 periodos de la radiación emitida en la transición entre los dos niveles hiperfinos del estado fundamental del átomo de cesio 133, a nivel del mar (con campo magnético cero).
El número de oscilaciones fue escogido para que su duración fuera lo más similar posible al segundo de efemérides establecido en 1900.
Independencia del tiempo astronómico.
Por vez primera la unidad de tiempo, el segundo, no está ligada a un fenómeno astronómico, con lo cual se crea el Tiempo Atómico. La navegación, la aviación y el transporte actuales necesitan del Tiempo Atómico. El Sistema de Posición Geográfica o GPS (Global Position System) requiere la precisión y estabilidad de los relojes atómicos para localizar posiciones en la Tierra. Cada satélite GPS lleva cuatro relojes atómicos con los cuales puede apreciar pequeñísimas diferencias de tiempo en las señales emitidas, para poder ubicar la posición mediante triangulación. El Tiempo Atómico es la base de una nueva escala de tiempo: el Tiempo Atómico Internacional o TAI es oficial desde 1972.
El TAI, junto con el Tiempo Universal, más concretamente con el UT1, conforman el Tiempo Universal Coordinado o UTC que proporciona las señales horarias que ponen en punto los relojes.
Sin embargo, al no ser uniforme el Tiempo Universal, la diferencia de tiempos UT1 - TAI se va incrementando progresivamente, hasta que, para tener los relojes en hora, se hace necesario incrementar el UTC en un segundo intercalar (leap second), y ese año dura un segundo más.
Estando en diciembre de 2005, se han añadido 22 segundos intercalares. El Servicio Internacional de Rotación de la Tierra y Sistemas de Referencia (International Earth Rotation and Reference Systems Service) o IERS, y el Observatorio de París, determinan el 30 de junio o el 31 de diciembre si es preciso añadir -o quitar- un segundo al año.
Un día ya no tiene 24 horas. En el año 1986, por ejemplo, la duración media del día fue de 24,00000034 horas.
Hugo Raúl Grecco.Capilla del Monte.Córdoba.República Argentina.